Propósitos de año nuevo
Hacer propósitos
Ya tenemos el fin de año a la vuelta de la esquina y en esta época todo nos lleva a dar un un repaso de como ha ido nuestro año y hacernos nuevos propósitos para el año que viene.
Esto es relativamente fácil. Lo difícil es mantener la motivación más allá de los primeros días.
Creo que hoy en día, en nuestra sociedad, acostumbrados a que todo sea rápido, nos cuesta a tod@s, tener la constancia y la disciplina ante los retos que requieren cierto esfuerzo.
Si te apetece te puedes poner algunos objetivos o propósitos para el año que viene. Tampoco es obligatorio, pero a veces dan un poco de guía a nuestra vida y satisfacción al conseguirlos.
En mi caso en este año en septiembre, fue el momento donde me puse ciertos propósitos, y de momento, con trabajo y constancia sigo con ellos.
Zona de confort.
Estos propósitos nos suelen sacar de nuestra zona de confort. La zona de confort es esa zona donde todo estaba control y todo es conocido.
Salir de esa zona, es mágico porque es fuera de esta zona, donde las personas aprendemos y crecemos.
Pero también es molesto, porque fuera de la zona de confort, todo es prácticamente desconocido y sentimos que no dominamos el tema.
Este mes de septiembre, salí totalmente de mi zona de confort y desde entonces estoy trabajando en varios propósitos que me he hecho.
Es verdad que hay días que te preguntas porque has salido de allí y si vas a conseguir tus propósitos.
Entonces recuerdas porque decidiste salir y te das cuenta que vale la pena 🙂
Trucos para mantener la motivación y la constancia en los propósitos.
Desapego al resultado
Bueno este truco, sería una recomendación anticoaching total. Ya que normalmente en el coaching, el resultado es muy importante.
Es una enseñanza que estoy incorporando últimamente y a veces es complicada de seguir, porque la sociedad esta totalmente orientada a obtener ciertas expectativas y resultados, por eso creo que es muy importante trabajar el desapego.
Este truco evita mucho sufrimiento. Si nosotros tenemos expectativas ante un determinado resultado, y finalmente lo que queremos obtener no llega, nos desanimamos.
Es mejor mirar con perspectiva, sabiendo que lo que hemos obtenido, es mejor que lo que teníamos.
Imaginamos el ejemplo que queremos empezar a comer más sano. Nos damos cuenta que no es tan fácil hacerlo para todas las comidas. Porque un día llegas tarde y ya haces algo rápido, porque otro día tienes un compromiso para comer fuera, etc…
En este caso, en vez de centrarte en lo que no estás consiguiendo, fíjate en las comidas que has podido hacer «sanas». ¿Dos o tres a la semana? Bien, mantén tu propósito y buscas nuevas estrategias para conseguir más comidas, pero no abandones tu propósito. Si realmente es algo que deseas, no abandones solo porque no has conseguido llegar a las expectativas que tenías. La estrategia es agradecerte lo conseguido, y buscar nuevas estrategias para conseguir mejores resultados.
Propósitos realistas y alcanzables.
Mejor ponernos en plan realista (más bien por abajo) y hacer propósitos que seamos capaces de cumplir según nuestro estilo de vida y nuestras posibilidades. Si consigues más seguro que estarás mucho más motivad@ 🙂
Volviendo al ejemplo de comer más saludable: Puedes proponerte hacer tres comidas/cenas saludables a la semana o bien tu propósito puede ser introducir 3 piezas de fruta al día, sustituyendo otros alimentos, en vez de cambiar por entero todo tu sistema de alimentación de una sola vez.
Propósitos concretos:
Va un poco enlazado con lo anterior, si te marcas como propósito: «comer más sano», es demasiado genérico, y ambiguo a la hora de medir el resultado.
En cambio si dices: Voy a comenzar a comer más sano, y por tanto voy a hacer 3 comidas completamente saludables a la semana, en este caso, es más fácil continuar con un propósito si es concreto.
Visualiza
Visualizar es un gran ejercicio, en general para la vida, y en particular con los propósitos.
Con este ejercicio empiezas a sentir que ya lo has conseguido y eso proporciona mucha motivación.
Haz un buen balance entre visualizar y tener desapego al resultado.
Recuerda la razón de tu propósito.
Haz una lista con tus propósitos y escribe también porque deseas realizar un propósito en concreto.
Así cuando no estés motivad@ y sientas que quieres abandonar podrás recordar y volver a sentir, porque deseabas ese propósito y que valor tenía para ti.
Establece algún habito saludable, como la meditación o el chikung.
Apóyate en amigos, familiares o en profesionales
Comenta si te apetece, tus propósitos con amigos y familiares que te van a dar apoyo y te ayuden a motivarte.
Puede que tu propósito requiera de ayuda profesional para realizarlo de forma más fácil y exitosa, si así, no dudes en buscar esa persona que te ayude.
Pase lo que pase: Trátate con amor y cariño
Si has conseguido poco o mucho tu propósito. Sobretodo, recuerda tratarte con mucho amor y cariño. No te riñas. Y si no lo has conseguido, cada día es un nuevo día para empezar [wp-svg-icons icon=»sun» wrap=»i»]
Y aunque en septiembre ya me puse algunos propósitos, he querido poner unos poquitos más para el año entrante, mi bonita libreta [wp-svg-icons icon=»pencil» wrap=»i»].
Ahora sí, os deseo un MUY, MUY:
FELIZ AÑO NUEVO 2018
Photo by Annie Spratt on Unsplash
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